martes, 2 de abril de 2013

Carta del P. Sylvester a los miembros del Regnum Christi


¡Venga tu Reino!

1 de abril de 2013


A los miembros del primer y segundo grado
del Movimiento Regnum Christi

Reciban un cordial saludo y mi felicitación en este día en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado y nos ha abierto las puertas del cielo. En Roma hemos podido acompañar llenos de gratitud el inicio del Pontificado del Papa Francisco y desde aquí les he encomendado a todos ustedes en estos días santos, particularmente a quienes han hecho ejercicios espirituales y misiones de evangelización.

Con esta carta quisiera explicarles cuál será el proceso para la revisión del Estatuto de los miembros de primer y segundo grado, que son en la Iglesia «una bella realidad de gran relevancia y significado» (Carta del Delegado Pontificio, 11 de julio de 2012). Primero encuadraré este paso dentro del camino que estamos recorriendo y luego explicaré con más detenimiento en qué consistirá.

1. El contexto del camino de renovación de la Legión y del Regnum Christi

En la consideración del Movimiento Regnum Christi en este momento preciso de su historia partimos de un hecho doble: por una parte somos una realidad carismática aprobada por la Iglesia; por otra, por mandato de la misma Iglesia estamos revisando el carisma recibido para entenderlo mejor y estamos también revisando la estructura jurídica para custodiar y promover de la mejor manera el don recibido.
En la carta del 19 de octubre de 2012, el Delegado Pontificio publicó el borrador de los Lineamientos del carisma del Movimiento Regnum Christi y anunció que, partiendo de esos Lineamientos esenciales, los diversos componentes del Regnum Christi revisarían su normativa propia.

Existe por lo tanto un único carisma del Regnum Christi del cual nacen una espiritualidad y una misión común, vivida por diversas vocaciones según el propio estado de vida (Carta del Delegado Pontificio, 11 de julio de 2012). Antes de determinar la configuración jurídica del conjunto del Regnum Christi, el Delegado Pontificio considera que es necesario que cada componente del Movimiento reflexione sobre su propia identidad y su relación con el todo.

Así como los legionarios están revisando sus Constituciones y los miembros consagrados sus Estatutos, el grupo de primer y segundo grado también han de revisar su Estatuto propio, partiendo del existente. Se trata de un texto que ha de reflejar en pocas páginas su identidad, su manera propia de comprender y vivir el carisma del Regnum Christi, las diversas formas de pertenencia (grados y matices), los compromisos adquiridos con la incorporación, las relaciones de colaboración con los demás componentes, etc.

Hecho esto se podrá dar el último paso de elaborar con la participación de representantes de todos los componentes del Regnum Christi el Estatuto General que definirá lo que es común a todos: carisma, espiritualidad, misión, gobierno del apostolado y administración.

Recapitulando podemos decir que el camino consiste por lo tanto de tres etapas: la primera etapa nos condujo al reconocimiento y formulación del único carisma del Regnum Christi. La segunda etapa consiste en la reflexión de los diversos componentes sobre su propia identidad y su normativa propia. La tercera etapa consistirá en la configuración jurídica del conjunto a través de un Estatuto General.

2. Participación del primer y segundo grado

Para que los mismos miembros del primer y segundo grado puedan participar convenientemente en la elaboración de su estatuto propio y en la configuración del conjunto, el Delegado ha dado al Director General del Regnum Christi el encargo de constituir una comisión estable de representantes del primer y segundo grado compuesta por cuatro miembros que servirá como interlocutor del Delegado y de los gobiernos generales en el camino que aún queda por recorrer hasta llegar a la aprobación definitiva de un Estatuto General del Regnum Christi.

Tras haber consultado a mi consejo y a los responsables generales de los consagrados, así como a los directores territoriales, los responsables territoriales y algunos miembros del primer y segundo grado de varios países, he programado un encuentro de representantes del primer y segundo grado en Roma del 6 al 8 de junio de 2013 (llegada el día 5 y salida a partir del día 9) con los siguientes objetivos:
  • poner en común las reflexiones sobre los lineamientos del carisma que se han hecho en los diversos territorios, si bien la aprobación definitiva de una formulación del carisma se remitirá a la Asamblea General en la que participarán legionarios, miembros consagrados y laicos del primer y segundo grado;
  • elaborar entre todos y partiendo de los estatutos aprobados las sugerencias para el Estatuto del primer y segundo grado para ser presentados al Delegado, quién determinará los siguientes pasos.
Estos días de reuniones serán presididos por un servidor, como director general en funciones de todo el Movimiento. Asistirán también los responsables generales de los consagrados y de las consagradas. El programa incluirá un encuentro con el Delegado Pontificio. Antes de concluir esos días, con una metodología aún por definir entre los mismos participantes, serán nombrados los cuatro miembros para integrar la comisión permanente de representantes de primer y segundo grado.

Teniendo en cuenta la distribución a nivel internacional de los miembros del Movimiento, los territorios de México y Monterrey enviarán 5 representantes cada uno; Norteamérica, España, Chile-Argentina, Venezuela-Colombia y Europa Occidental y Central 4 representantes cada uno; Italia y Brasil 3 representantes. El director territorial de la Legión y los responsables territoriales del tercer grado acordarán en cada territorio la modalidad para el nombramiento de los representantes de manera que, en la medida de lo posible, participen miembros de las diversas ciudades y/o países del territorio. Es de esperar que en el grupo final de participantes habrán miembros de todas las secciones (señores, señoras, jóvenes, señoritas), grados y matices.

Como condiciones generales para asistir a este encuentro, además de hablar español o inglés, es conveniente que quienes sean representantes sean personas:
  • que destaquen por su prudencia y su autoridad moral;
  • que den testimonio de fidelidad a los compromisos contraídos con Dios y el Movimiento;
  • que inspiren confianza por su capacidad de relación, diálogo, escucha y trabajo en equipo;
  • que sepan promover e impulsar el camino del Regnum Christi bajo la guía del Delegado Pontificio.
Los gastos del traslado corren a cuenta de cada uno o de la ciudad o territorio al que representa y los gastos del alojamiento y manutención en uno de nuestros centros de Roma serán cubiertos por la dirección general. Para coordinar todos los aspectos prácticos se creará una secretaría organizativa que se pondrá en contacto con los representantes en la primera semana del mes de mayo, por lo que el nombramiento de los mismos en cada territorio ha de tener lugar antes del día 1 de mayo.

Después del encuentro de junio habrán de seguir ulteriores pasos que en este momento aún no están claramente definidos por el Delegado Pontificio. Se trata de un camino que vamos recorriendo paso a paso con miras a tener el nuevo Estatuto General del Regnum Christi definido y aprobado por la Iglesia. Si bien para todos nosotros es un camino desconocido y por lo tanto nos puede inspirar incertidumbre, avanzamos bajo la guía y autoridad del Delegado Pontificio, confiando en la acción del Espíritu Santo, en la fuerza viva del carisma recibido y en la buena voluntad de todos aquellos que con humilde compromiso se suman al esfuerzo de llevar a plenitud esta obra de Dios.

Como nos escribía el Delegado Pontificio, «no se está creando algo nuevo, más bien se busca interpretar y renovar lo que ya existe según el reconocimiento que la Iglesia ha dado al aprobar la Congregación de los Legionarios de Cristo y sus Constituciones (1983) y, posteriormente, el movimiento Regnum Christi y sus Estatutos (2004)» (11 de julio de 2012).

Agradezco de corazón el trabajo que ya se ha realizado en la revisión de los Lineamientos del carisma y doy también las gracias de antemano por la colaboración que estoy seguro prestarán para la preparación del Estatuto del primer y segundo grado.

Pongamos en manos de la Santísima Virgen María a todos los miembros del Movimiento, así como sus intenciones, sus responsabilidades y misiones. Que ella nos ayude a crecer continuamente en el auténtico espíritu de cuerpo que se expresa en la capacidad de colaboración en bien de la misión común. Que ella, Madre de la Iglesia y del Movimiento nos alcance también la gracia de vivir todas las situaciones y retos de la vida en el Movimiento con profunda actitud de fe, con realismo sobrenatural, con prudencia, serenidad y un gran compromiso en la búsqueda del bien de todo el cuerpo.

Su hermano afectísimo y seguro servidor,

Sylvester Heeremann, L.C.