¿Qué pasaría si te encontraras ante una puerta que dice:
“Camino que lleva a la más grande aventura de tu
vida”? ¿No sabías que ya la cruzaste? Ésta es la
puerta de nuestro bautismo o, como lo llama Benedicto XVI,
la “Puerta de la Fe”. Entrar en esta puerta es
empezar, mano a mano con Jesucristo, un camino que dura
toda la vida y que termina con la vida eterna.
En la carta apostólica Porta Fidei, el Papa nos
invita a pasar el año que viene para aprender mejor
la fe, vivirla más plenamente, reflexionar sobre ella y celebrarla
juntos. Él espera que, de este modo, redescubramos la alegría
y el entusiasmo de encontrarnos con Cristo, y que esto
nos ayude a seguirle con más ánimo en este camino.
Este camino no siempre es fácil. Muchas veces
nos encontramos en el desierto. Depende de cada uno de
nosotros elegir nuestro rumbo y, a la vez, ayudar a
otros a discernir el camino. Por eso, además de ayudarnos
a crecer en nuestro entusiasmo y alegría, el Santo Padre
quiere que el Año de la Fe sea una oportunidad
para compartir la fe con nuestras familias y comunidades.
Escrito Por H. John Sweeney, LC.