lunes, 19 de agosto de 2013

Protege a tu Familia de la Rutina

Diez principios básicos que contribuyen a mejorar la estima de los miembros de una familia.

1. Disponibilidad.
Consiste en dedicar tiempo (!que es lo que menos tenemos!) a atender a nuestros hijos y esposo/a.

2. Comunicación padres-hijos: que los padres hablen menos y escuchen más.

3. Coherencia en los padres y autoexigencia en los hijos.

4. Tener iniciativa, inquietudes y buen humor , especialmente con el cónyuge.
Estos tres factores son útiles para la autoestima familiar. Pero la rutina es un enemigo en las relaciones conyugales y con los hijos. El punto clave es que haya creatividad e iniciativa en la vida de pareja y eso se contagiará a toda la familia. Las mejores horas deben ser para compartir con el esposo o esposa.

5. Aceptar nuestras limitaciones, y las de los nuestros.
Hay que conocer y aceptar tus limitaciones, las de tu cónyuge, las de tus hijos. Pero es importantísimo no criticar al otro ante la familia, no criticar a tu cónyuge ante los niños, o a un niño ante de los hermanos, comparando a un hermano "bueno" con uno "malo". Eso hace sufrir al hijo y le quita autoestima. Es mejor llevarlo aparte y hablar.

6. Reconocer y reafirmar lo que vale la otra persona.

7. Estimular la autonomía personal.
Uno se hace bueno a medida que va haciendo cosas buenas. Es importante que lo entiendan los hijos. Lo que se hace es importante: hacer cosa buenas nos hace buenos a nosotros.

8. Diseñar un proyecto personal.
No irás muy lejos si no sabes a dónde quieres ir. Quedarte quieto no es factible, uno tiende a volver a quedarse atrás. Has de tener un proyecto personal para crecer, y atender y ayudar a discernir y potenciar los proyectos de los tuyos.

9. Tener un nivel de aspiraciones alto, pero realista.

10. Elijamos buenos amigos y amigas.
El individualismo es el cáncer del siglo XXI. Nosotros y nuestros hijos estamos atados a máquinas gratificantes: el DVD, la TV, la Videoconsola, Internet... El trabajo en solitario va minando la amistad verdadera. Los amigos comprometen mucho y al individualista no le gustan los compromisos. 

Fuente: Catholic.net 

lunes, 12 de agosto de 2013

La generación del sí a Cristo y a la Iglesia


Cada vez que se celebra, la Jornada mundial de la juventud suscita siempre un gran interés. Al mismo tiempo, sin embargo, abre algunos interrogantes: ¿cómo puede ser que, en este tiempo de secularización tan difundida, los jóvenes acojan de modo tan generoso y entusiasta las invitaciones del Papa? ¿Por qué los medios de comunicación dedican tanto espacio a estos encuentros? Y, ¿por qué la Iglesia contempla estas citas con tanta esperanza? 

Tal vez la respuesta más inmediata es que las JMJ traen siempre grandes novedades, sorprenden, suscitan maravilla, porque los jóvenes mismos son una novedad en el mundo, son portadores de una lozanía de lo humano, de nuevas esperanzas respecto al futuro.

Cada JMJ constituye un gran desafío para la pastoral juvenil de la Iglesia, porque los jóvenes deberían ser siempre una prioridad del compromiso evangelizador de la Iglesia. Y se trata de una tarea no fácil, es más, muy exigente, que requiere de parte de los pastores gran coherencia y transparencia, porque los jóvenes son especialmente sensibles a este aspecto: se pide un testimonio auténtico de fe.

Pero en este contexto es necesario abrir ahora una reflexión sobre el proyecto pastoral del Papa Francisco respecto a los jóvenes. El Santo Padre, ya en los primeros cuatro meses de su pontificado, ha demostrado que los jóvenes son para él una prioridad importante; y en sus intervenciones es posible localizar las grandes líneas de tal proyecto. Ante todo se ha mostrado como un auténtico maestro al comunicarse con ellos, con estilo sencillo, concreto, incisivo, con un lenguaje que sabe estar cerca de los jóvenes. En segundo lugar ha sabido identificar una meta fundamental: abrir a los jóvenes al encuentro con Cristo, que, lleno de misericordia, nunca se cansa de perdonar. Un tercer aspecto se refiere a su insistencia sobre el hecho de que los jóvenes, discípulos de Cristo, deben tener un “corazón grande”, como decía el 7 de junio a los alumnos de las escuelas gestionadas por los jesuitas, añadiendo que deben «aprender a ser magnánimos», es decir, a no tener miedo a las cosas grandes para poder comprometer la vida en grandes ideales, manteniendo vivo «el deseo de realizar grandes cosas para responder a lo que Dios nos pide, y precisamente por esto realizar bien las cosas de cada día, todas las acciones cotidianas, los compromisos, los encuentros con las personas».

Además, para el Papa Bergoglio, los jóvenes deben tener la valentía de ir a contracorriente en la cultura dominante de hoy y estar orgullosos de poder hacerlo con la ayuda del Señor. Deben saber ser, en definitiva, signo de contradicción en la sociedad cada vez más secularizada.


Por otro lado, el proyecto pastoral del Pontífice para los jóvenes contiene una invitación apremiante a caminar, a no detenerse nunca y a no tener miedo de caer. Porque de las caídas es necesario saber levantarse y reanudar la marcha para avanzar cada vez más, sin sentirse nunca satisfecho. En consecuencia no hay que temer a las decisiones definitivas, “para toda la vida”. El Papa insiste mucho en el hecho de no ceder a la fascinación de lo provisional: sobre todo cuando se trata de las no fáciles elecciones vinculadas al discernimiento vocacional.

Por el Cardenal Stanislaw Rylko | Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos

viernes, 2 de agosto de 2013

Caminando juntos para fortalecer la comunión

¡Venga tu Reino!
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Comunicado al concluir las reuniones de los gobiernos generales de la Legión de Cristo, de los consagrados y consagradas del Regnum Christi y la comisión de miembros de primero y segundo grado del Movimiento


Los consejos generales de la Legión de Cristo, de los consagrados y consagradas, y la Comisión de miembros de primer y segundo grado del Regnum Christi nos hemos reunido del 18 al 20 de julio en Roma para continuar el trabajo orientado a la elaboración de los Estatutos Generales del Regnum Christi. Es la primera vez en la historia que se tiene un encuentro de esta naturaleza y queremos agradecer a todos sus oraciones y cercanía.

Este encuentro obedece a los pasos que el Delegado Pontificio ha señalado en diversas ocasiones. Hasta ahora «cada grupo ha avanzado por su propia vía, con miras a una identidad más clara y más precisa» (carta del 11 de julio de 2012): los legionarios estamos concluyendo la revisión del primer borrador de las Constituciones con la celebración de las Asambleas territoriales; los consagrados y consagradas están revisando sus Estatutos propios; cuatro miembros de primer y segundo grado forman una Comisión que sigue el trabajo de elaboración de sus estatutos y son los representantes de los laicos no consagrados en el diálogo con el Delegado Pontificio y los gobiernos generales de los consagrados y de la Legión. Una vez que se ha afirmado y se está reflexionando en la identidad de las partes, ha llegado ahora el momento de «reflexionar con propiedad sobre los órganos de gobierno y administración que mejor respondan a la unidad de todo el Regnum Christi» (ídem).

Todos los presentes en la reunión - legionarios, consagrados, consagradas y miembros de primer y segundo grado - coincidimos en reconocer con gratitud la participación de todas las vocaciones de un mismo carisma y nuestra pertenencia al Regnum Christi que concebimos como una única realidad inseparable de la que todos formamos parte. Hemos tenido también oportunidad de compartir lo que somos y queremos ser los unos para los otros; de reconocer los aciertos y errores que hemos tenido; de expresar nuestros anhelos y expectativas de la relación con los demás miembros y vocaciones del Movimiento. Hemos encontrado convergencias importantes, reconocido nuestras diferencias y reafirmado la voluntad de caminar juntos bien conscientes de nuestra historia y del futuro que Dios abre a quienes confían en Él.

Hemos reflexionado sobre la forma de gobierno conveniente para custodiar la unidad en la espiritualidad y misión, respetando al mismo tiempo la diversidad de vocaciones y estados de vida. Hay un gran consenso en que, además de los estatutos propios, debe haber un estatuto común de todo el Movimiento. Coincidimos en que debe haber un gobierno común para mantener la comunión y la capacidad de una acción apostólica común. Pensamos que se requiere de una autoridad personal moderada por un consejo, en el que participan las diversas partes, para decidir sobre los temas comunes: espiritualidad, misión apostólica, administración, etc.

El Delegado Pontificio nos visitó en dos ocasiones, acompañado por los PP. Gianfranco Ghirlanda y Agostino Montan, y les presentamos el resultado de nuestras reflexiones. Al escucharnos, él mismo constató el gran deseo de unidad que tenemos. También señaló las dificultades que surgen desde un punto de vista canónico y mostró su deseo de ayudarnos a encontrar una figura adecuada para la realidad que de hecho vivimos. Mencionó que debemos seguir buscando la configuración ideal para el Regnum Christi, avanzando hacia ella de modo gradual.

Por encargo del Delegado, cada rama expresará su identidad dentro del Regnum Christi y su relación con las demás partes en sus propios estatutos o constituciones. También ha pedido que elaboremos un texto articulado que explique la identidad común y la organización del gobierno del conjunto, para poder estudiarlo junto con sus consejeros. La comisión que preparará este texto articulado estará compuesta por el P. Sylvester Heereman, Jorge López, Gloria Rodríguez y Francisco Gámez. Les auxiliarán como secretarios Mary Patt Pirie y el P. Gabriel Sotres. Nos reuniremos de nuevo en el mes de septiembre para revisar este texto y lo entregaremos al Delegado Pontificio, quien nos indicará el camino para su revisión y aprobación para, eventualmente, presentarlo a las Asambleas generales y al Capítulo General.

Regresamos a nuestras ocupaciones habituales confiados en la acción de Dios y pidiendo a la Santísima Virgen que nos ayude a extender el Reino de Cristo en la sociedad.


PP. Sylvester Heereman, Deomar de Guedes, Michael Ryan, Juan José Arrieta, Jesús Villagrasa, LL.CC.
Jorge López, Alberto García, Bernardo Pérez, Diego de Robina, Cristian Názer
Gloria Rodríguez, Mari Carmen Ávila, Luly Fernández, Mary Patt Pirie
Francisco Gámez, Kerrie Rivard, Lucia Hauser, José Antonio Lebrija